Todo comienza con un viaje en tren… uno que realizamos adentrándonos en la vida de “Mr. Turner”. Un biopic, de esos que me encantan por malos que sean, aunque esta vez no lo es… Lo más cerca que estamos del romanticismo es debido a la preciosa fotografía en la que se representa casi plásticamente la obra del pintor (incluso creímos ver un pequeño homenaje a Friedrich). La historia es una muestra de la esencia de un ser turbado, de su naturaleza, de la historia de sus últimos años y de la visión de su entorno.
En cuando Turner nos deja, ya estamos en Madrid.
Para un día tan intenso había que empezar cogiendo fuerzas! Como primera experiencia tomamos un “brunch” en el Bar Tomate, un sitio con una precioso decoración y con una presentación tan cuidada y bonita que casi daba pena empezar a comer.
Toda una serie de paseos, visitas, curiosidades y compras nos llevan a la meta de este día, la exposición de “Munch. Arquetipos”, que nos ofrece la oportunidad de disfrutar de cerca la obra de Much, todo un placer para los sentidos. Y lo hace por arquetipos, para que podamos disfrutar de los diferentes estilos, técnicas y situaciones mentales haciendo una comparativa por sala de la representación de un mismo tema en diferentes épocas de su trayectoria. Todo un disfrute visual… no tanto sensorial por todos los que llenábamos un espacio tan pequeño, pero que le vamos a hacer.
Y todo culminó con el merchandising que tanto nos gusta, y que de forma muy acertada se representó con el eslogan “Too Munch”.
Enamoradas de este día y listas para la siguiente “batalla”.