“Entre Vogues anda el juego”… así fue la semana pasada, el 10 de Septiembre fue un día completo. Empecé visitando la fascinante exposición que aún se puede disfrutar en el Thyssen “Vogue like a painting” que, además, pude visitar en solitario, recorriendo sala a sala los espacios invadidos de esas fotos tan enigmáticas… Detalles pictográficos, homenajes a obras y autores, todas ellas con una plasticidad que las hace únicas y una capacidad tangible de detener el tiempo.
En contrapunto, acabamos la noche en un evento poco artístico de entrada, más urbano, más mundano, vivo, móvil, más “de postureo”, pero muy muy original. En la “Vogue Fashion’s Night Out” pudimos encontrar conciertos a violín, photocalls, regalos, gominolas, degustaciones, instalaciones… pero sobre todo hordas y hordas de noctámbulos. Y era tal la cantidad de “jovenas” que hasta por un momento llegaron a pensar que teníamos 18 años…
Un día muy visual que me llevó desde el exterior de las imágenes, la contemplación de la pura estética de momentos detenidos en el tiempo, al protagonismo de la noche y la experiencia del tú a tú.